Dualismo y Monismo Cuerpo y alma
Desde
hace mucho tiempo, el hombre siempre se ha hecho preguntas a las que quizá
nunca tenga respuesta. Una de ellas, es el problema cuerpo-alma. ¿Quién no se
ha preguntado alguna vez si somos solamente un cuerpo, o por lo contrario,
también forma parte de nosotros algo llamado alma? Y en este artículo voy a
intentar dar mi humilde opinión acerca de este tema, porque ya doy por supuesto
que en ningún caso daré una respuesta a dicha pregunta, puesto que jamás podré
hallar evidencias que respalden mi opinión y que demuestren que lo que digo es
correcto o no.
Me gustaría comenzar preguntándome
qué es el alma. Descartes la definió como sustancia pensante, como algo
inmaterial y que por lo tanto el ser humano era libre. Los monistas en cambio
defienden que el ser humano es tan solo material, que está sujeto a las leyes
físicas y que nuestra personalidad, nuestra forma de ser, de pensar, etc. No
son más que un conjunto de variables que se han dado, variables que vienen
definidas por la sociedad, el ambiente donde hemos nacido y vivido, con su
respectiva cultura, etc. El ser humano por lo tanto no sería libre.
Yo, pienso que esto no es así.
Quizás sea tan solo que me aterra la idea de pensar que en realidad no soy más
que una casualidad, que soy como soy porque no tengo otra opción... No, me
niego. Sin embargo, no soy idiota, se que estamos hasta cierto punto
determinados, pero creo que algo hace que no lo estemos del todo. Para mí, ese
algo es el alma. Lamentablemente, no puedo demostrar que el alma exista, sin
embargo, puedo pensar en ciertas cosas, que me dan una pequeña esperanza y me
hacen pensar que no estoy loco.
¿Acaso nunca te has preguntado
después de hacer algo, que podías haberlo hecho de otra manera? Para mí este es
uno de mis argumentos, siempre tenemos múltiples opciones. Y no tenemos la
opción de escoger varias, solamente una. Por supuesto, distintos factores
influirán en nuestra elección sin embargo, en última instancia,
independientemente de los factores que actúan sobre nosotros, hay algo, que nos
da la libertad de elegir. Y es por eso que nos damos cuenta que podíamos haber
actuado de otra manera.
Por otra parte, puede que yo crea en
el alma solamente para aliviar mi pena. ¿Qué pena? Pensar que tan solo somos
materia, que no tenemos nada especial, que existimos durante un breve periodo
de tiempo. Y que después de disfrutar o de sufrir la suerte que hemos tenido de
existir, todo desaparece, se acaba, todo lo que hemos aprendido, sentido o
vivido. Se pierde y volvemos de donde vinimos, a ningún sitio. Quizás, que yo
crea en la existencia del alma, no sea más que un engaño que me hago a mí mismo
para hacerme pensar que camino hacia algún lado y que todo lo que hago tiene
algún sentido.
La verdad es que nunca hallaré una
respuesta, solamente divagó y tengo múltiples ideas con las que intentó
convencerme a mí mismo de algo. Quiero creer que existe el alma, aquello que no
está sujeto a las leyes físicas y que por lo tanto nos da esa gozosa libertad. Sin
embargo, siempre tendré en mente cientos de ideas que contradicen la existencia
del esta.
Para concluir, me gustaría comentar,
que me han intentado enseñar que el hombre siempre ha tenido algo en su
interior que lo acerca a un ser superior, que busca a un dios. Esta idea hace
tiempo era para mí otra evidencia de la existencia del alma, sin embargo, con
el paso del tiempo también he aprendido que eso es un arma de doble filo. Hace
tiempo también oí que el ser humano había utilizado a dios para explicar cosas
que no entendía, a las que no encontraba respuesta, y actualmente podemos
explicar perfectamente aquello que no entendíamos. Y es este razonamiento el
que me lleva a pensar que quizás, ese algo que nos atrae a dios, no es si no más
que un intento de explicar porque existimos, que es algo que no podemos
explicar. Y entonces pensé que yo tenía aquella idea de que el ser humano está
por naturaleza atraído a dios porque en la sociedad en la que crecí así me lo
habían inculcado, estaba determinado a ello. Pero entonces me percaté de que,
sin embargo, tenía amigos que aun habiendo crecido en la misma sociedad que yo, eran ateos. Por
retórico que parezca, hallé ahí otro argumento para defender la existencia del
alma y de la libertad que nos proporciona. Puede que todos los razonamientos
que haya hecho sean erróneos, y que el ser humano tan solo sea un cuerpo determinado,
que no seamos nada, sin embargo, en mi interior. Siempre tendré ese pensamiento
de que en realidad somos algo más que eso.
¿Habría que recurrir al alma necesariamente para defender que somos libres?
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