domingo, 9 de febrero de 2014

¿Cómo daría una clase?

¿Cómo debería dar clase un profesor?


                Yo pienso que un profesor hoy en día, debe por así decirlo "modernizar" las clases. La tecnología ha evolucionado, y con ella la sociedad. Lo que en un pasado era un ejemplo que todo el mundo conocía, hoy puede perfectamente no serlo. Por ejemplo, un reloj de bolsillo, hace un par de años era algo común y podía ser utilizado para explicar por ejemplo problemas de matemáticas o de física. En cambio hoy se debería buscar otro ejemplo, ya que dichos relojes no son tan comunes. Así mismo, la tecnología nos ha abierto un abanico de oportunidades, ya no tenemos tan solo como recursos para aprender una pizarra, un par de libros y un par de cuadernos. No, disponemos también disponemos de por ejemplo, internet o pizarras electrónicas. Me explico. ¿Qué tienen de especial éstas pizarras electrónicas? Básicamente un alumno de hoy en día, esta mucho mas familiarizado con la interfaz de un ordenador, que con un conjunto monótono de palabras y números blancos en la pizarra. La informática nos brinda una gran oportunidad, pudiendo hacer las clases mucho más dinámicas. Explicar la lección mediante diapositivas o vídeos hace que aprendamos mejor, ya que por así decirlo nos entra mejor por la vista. De ésta forma estaríamos en una ambiente que nos resulta más familiar, y que en cierta manera nos ayudaría a entender mejor lo que el profesor nos quiere explicar.

                Por otra parte, las clases deberían hacerse mucho mas amenas. Un profesor que no para de hablar y de dar datos a diestro y siniestro hace la clase mucho más pesada, dificultando que el alumno llegue a entender realmente lo que el profesor quiere explicar. Puesto que tendrá que estar tomando notas y apuntes mucho rato, y al rato acabará aborreciendo la clase y dejará de prestar toda atención. En cambio un profesor que de vez en cuando gaste alguna broma, o que la haga más o menos divertida, motivaría mas a los alumnos y como consecuencia  atenderán más. Y entonces posiblemente muchos de ellos acabarían realmente contentos con la asignatura y con el profesor, lo que les motivará aún más a estudiar y obtener mejores notas.

                ¿Pero qué pasa con aquellos alumnos, los cuáles pese a haber realizado todos estos cambios, siguen en sus trece y no dan palo al agua? Muchos de ellos, simplemente no ven que los estudios les recompensen, o siguen un modelo equivocado. Lo que habría que hacer en estos casos es intentar mostrarles que estudiar si tiene sus recompensas, o mostrarle otros modelos a seguir. Pongamos por ejemplo un alumno que no estudia y que es amante del fútbol, lo que el realmente desearía sería convertirse en un jugador profesional. Pero esto es bastante improbable, ¿deberíamos entonces castigarle sin jugar al fútbol para que estudie? Yo creo que no solucionaría nada castigarle de esa manera, hay que combinar la afición con los estudios. Mostrarle que estudiando quizás no llegue a ser un gran jugador, sin embargo podría estudiar INEF y así enseñar la pasión por el deporte y por el fútbol  a sus alumnos en un futuro por ejemplo. De ésta forma, el alumno encontraría una razón para estudiar y afrontar los estudios. Un profesor debería mostrar de alguna manera las posibles recompensas que se pueden obtener con el estudio, ya que en determinados casos, es esa motivación es lo que le falta al alumno para aplicarse en los estudios.