sábado, 22 de marzo de 2014

¿Tanto tiempo empleado para...?

¿Tanto tiempo empleado para...?

         

             Minutos, horas, días, años... Pasamos una gran cantidad de tiempo de nuestras vidas en clase, si nos ponemos a contar, estamos obligados a cursar al menos 10 años. A éstos, les tendríamos que sumar otros tantos si continuáramos estudiando, ya sea bachillerato, un modulo, e incluso aún más si después nos decantáramos por estudiar una carrera o cualquiera otra opción.

            Durante todos estos años hemos tenido que leer, entender y aprender cientos de temas de biología, historia o de cualquier otra asignatura. Además de múltiples y cuantiosas formulas matemáticas, valencias y sus múltiples variantes. Y después de tantos años, aprendiendo y memorizando, reflexionando y deduciendo, nos preguntamos, ¿de qué me ha servido haber aprendido todo esto? Si yo al final he acabado estudiando pongamos por ejemplo, cualquier tipo de ingeniería, ¿de qué me ha servido a mí tener que aprender los incontables imperios y sus respectivas edades de oro y caídas, más aún, de que me sirven ahora los análisis sintácticos? Si nos detenemos por un instante a pensarlo, de nada me sirve ni me servirá saber que es un complemento de régimen o un complemento directo, o quién fue y que hizo tal rey. Tanto aprendido, y tan inútil a la vez... He aprendido miles de cosas sin ningún fin y que ni tarde ni temprano me darán recompensa alguna, ergo he perdido el tiempo. ¿Espere un momento, de verdad lo he perdido?

            Podríamos llegar pues, a lo que yo creo que es un pensamiento erróneo, de que gran parte de lo que hemos estudiado es inútil. Sin embargo, si indagamos detenidamente, nos daremos cuenta de que en realidad todo lo que hemos estudiado y procesado en nuestras mentes durante todos estos años (y lo que nos queda por procesar) es casi en su totalidad necesario visto desde un punto de vista.

            Yo creo, que a la hora de analizar lo que nos ha sido y será útil en nuestros estudios, deberíamos enfocarlo de otra manera, que no sea simplemente desde la perspectiva laboral. Aprender para mí no es simplemente verse obligado a memorizar temas y temas que tanto nos pueden gustar, como podemos llegar a odiar. Quizás sea una tontería, pero pienso que todo aquello que hemos aprendido nos es útil, todos nuestros conocimientos nos son útiles, nos forman como persona, y nos brindan además la posibilidad de razonar y argumentar. Cuanto mayor sea nuestro repertorio de conocimientos, mejores serán nuestras argumentaciones, deducciones, etc. Que es en última instancia lo que nos hace ser personas, aquello de lo que solo nosotros gozamos, la posibilidad de pensar. Otro beneficio que nos aporta el tener que estudiar tanta "innecesaria" información, sería la creación en nuestra cabeza de un amplio campo de materia, del que disponemos y el cuál nos podrá ser útil en cualquier momento.

            Por otra parte, podríamos verlo de otra manera. Pensemos en el estudio como un deber, ¿es nuestro deber estudiar toda esta información? ¿Por qué debería ser o no serlo? Analicemos las consecuencias de tener que estudiar lo supuestamente innecesario:
-Nuestra cultura general es mayor
-A mayor cultura, a mayor conocimientos, pensamientos más elaborados y complejos
-Pensamientos más elaborados y complejos, mayor comprensión y entendimiento.

            Como resultado, una sociedad más culta y formada, con capacidad para pensar y reflexionar, que aprendería a no dejarse ser guiada, dirigida y  mediante el conocimiento se podría alcanzar una calidad de vida muy superior. En definitiva, un sociedad mejor y más libre. Por lo tanto, creo además que, estudiar es un deber y que en ningún momento perdemos el tiempo. Y que pese a todo, aunque en determinados momentos lleguemos a pensar: "¡Qué aburrido es esto, y lo peor es que no me va a servir de nada en la vida!" Deberíamos recordarnos que en realidad sí que nos servirá, es nuestro deber y además nos brindara indirectamente un abanico de posibilidades aunque no nos demos cuenta de ello. Deberíamos además valorar la suerte que tenemos disponiendo del acceso a la cultura. ya que lamentablemente hay gente, que no tiene esta oportunidad.

sábado, 8 de marzo de 2014

Dualismo y Monismo Cuerpo y Alma

Dualismo y Monismo Cuerpo y alma


            Desde hace mucho tiempo, el hombre siempre se ha hecho preguntas a las que quizá nunca tenga respuesta. Una de ellas, es el problema cuerpo-alma. ¿Quién no se ha preguntado alguna vez si somos solamente un cuerpo, o por lo contrario, también forma parte de nosotros algo llamado alma? Y en este artículo voy a intentar dar mi humilde opinión acerca de este tema, porque ya doy por supuesto que en ningún caso daré una respuesta a dicha pregunta, puesto que jamás podré hallar evidencias que respalden mi opinión y que demuestren que lo que digo es correcto o no.

            Me gustaría comenzar preguntándome qué es el alma. Descartes la definió como sustancia pensante, como algo inmaterial y que por lo tanto el ser humano era libre. Los monistas en cambio defienden que el ser humano es tan solo material, que está sujeto a las leyes físicas y que nuestra personalidad, nuestra forma de ser, de pensar, etc. No son más que un conjunto de variables que se han dado, variables que vienen definidas por la sociedad, el ambiente donde hemos nacido y vivido, con su respectiva cultura, etc. El ser humano por lo tanto no sería libre.

            Yo, pienso que esto no es así. Quizás sea tan solo que me aterra la idea de pensar que en realidad no soy más que una casualidad, que soy como soy porque no tengo otra opción... No, me niego. Sin embargo, no soy idiota, se que estamos hasta cierto punto determinados, pero creo que algo hace que no lo estemos del todo. Para mí, ese algo es el alma. Lamentablemente, no puedo demostrar que el alma exista, sin embargo, puedo pensar en ciertas cosas, que me dan una pequeña esperanza y me hacen pensar que no estoy loco.

            ¿Acaso nunca te has preguntado después de hacer algo, que podías haberlo hecho de otra manera? Para mí este es uno de mis argumentos, siempre tenemos múltiples opciones. Y no tenemos la opción de escoger varias, solamente una. Por supuesto, distintos factores influirán en nuestra elección sin embargo, en última instancia, independientemente de los factores que actúan sobre nosotros, hay algo, que nos da la libertad de elegir. Y es por eso que nos damos cuenta que podíamos haber actuado de otra manera.

            Por otra parte, puede que yo crea en el alma solamente para aliviar mi pena. ¿Qué pena? Pensar que tan solo somos materia, que no tenemos nada especial, que existimos durante un breve periodo de tiempo. Y que después de disfrutar o de sufrir la suerte que hemos tenido de existir, todo desaparece, se acaba, todo lo que hemos aprendido, sentido o vivido. Se pierde y volvemos de donde vinimos, a ningún sitio. Quizás, que yo crea en la existencia del alma, no sea más que un engaño que me hago a mí mismo para hacerme pensar que camino hacia algún lado y que todo lo que hago tiene algún sentido.

            La verdad es que nunca hallaré una respuesta, solamente divagó y tengo múltiples ideas con las que intentó convencerme a mí mismo de algo. Quiero creer que existe el alma, aquello que no está sujeto a las leyes físicas y que por lo tanto nos da esa gozosa libertad. Sin embargo, siempre tendré en mente cientos de ideas que contradicen la existencia del esta.

            Para concluir, me gustaría comentar, que me han intentado enseñar que el hombre siempre ha tenido algo en su interior que lo acerca a un ser superior, que busca a un dios. Esta idea hace tiempo era para mí otra evidencia de la existencia del alma, sin embargo, con el paso del tiempo también he aprendido que eso es un arma de doble filo. Hace tiempo también oí que el ser humano había utilizado a dios para explicar cosas que no entendía, a las que no encontraba respuesta, y actualmente podemos explicar perfectamente aquello que no entendíamos. Y es este razonamiento el que me lleva a pensar que quizás, ese algo que nos atrae a dios, no es si no más que un intento de explicar porque existimos, que es algo que no podemos explicar. Y entonces pensé que yo tenía aquella idea de que el ser humano está por naturaleza atraído a dios porque en la sociedad en la que crecí así me lo habían inculcado, estaba determinado a ello. Pero entonces me percaté de que, sin embargo, tenía amigos que aun habiendo crecido en  la misma sociedad que yo, eran ateos. Por retórico que parezca, hallé ahí otro argumento para defender la existencia del alma y de la libertad que nos proporciona. Puede que todos los razonamientos que haya hecho sean erróneos, y que el ser humano tan solo sea un cuerpo determinado, que no seamos nada, sin embargo, en mi interior. Siempre tendré ese pensamiento de que en realidad somos algo más que eso.